¿Tienes la nariz tapada? ¿Puede hacer deporte?

La congestión nasal es una afección frecuente que puede deberse a un resfriado, alergias o sinusitis.
Una de las preguntas más frecuentes cuando uno se encuentra en esta situación es si se puede hacer deporte o si es mejor evitar cualquier esfuerzo. En realidad, todo depende de la causa de la congestión nasal y de la intensidad de la actividad. Si la congestión nasal se debe a un simple resfriado o a una alergia leve, se puede practicar actividad física sin ningún problema particular, siempre que se elijan deportes de intensidad baja o moderada. Sin embargo, si la congestión va acompañada de síntomas más graves como fiebre, malestar general o disnea, conviene hacer una pausa y dar tiempo al organismo para que se recupere.
En principio, por tanto, practicar deporte con la nariz taponada es posible e incluso puede ser, como veremos, un medio eficaz para combatir esta molesta situación.

Las causas de la congestión nasal pueden ser múltiples, pero el problema principal reside casi siempre en una inflamación de las mucosas nasales que provoca una producción excesiva de mucosidad. Los resfriados, las alergias o las infecciones víricas como el catarro común son las principales causas de esta afección.
Cuando la nariz está taponada, la respiración se hace difícil y a menudo uno se acostumbra a inhalar por la boca. Esto no es lo ideal, ya que el aire no se filtra y humidifica como con la respiración nasal, lo que aumenta el riesgo de irritación de la garganta y las vías respiratorias.

Esta afección provoca una sensación de incomodidad en la vida cotidiana, que puede llevar a pensar en evitar ciertas actividades como el deporte, ya sea por la dificultad para realizarlo o como forma de prevención para no empeorar la situación.
En realidad, una actividad deportiva moderada puede resultar un valioso aliado para descongestionar las fosas nasales. ¿Cómo?

1. Efecto vasodilatador de la actividad física
   Durante el ejercicio, el cuerpo produce adrenalina, una sustancia que tiene un efecto vasoconstrictor natural sobre las mucosas nasales inflamadas. Esto significa que las fosas nasales se despejan más fácilmente y la respiración puede mejorar tras unos minutos de actividad.
2. Mejora de la oxigenación del organismo
   Inicialmente, se puede experimentar una mayor dificultad para respirar, pero a medida que pasan los minutos, el cuerpo se adapta, mejorando la capacidad pulmonar y promoviendo una respiración más profunda.
3. Expulsión de mucosidad
   El movimiento físico ayuda a desprender la mucosidad, facilitando su expulsión y ayudando a despejar las vías respiratorias.

El deporte, como hemos visto, es por tanto una actividad que aporta beneficios en caso de congestión nasal y, en concreto, hay ciertas actividades de intensidad moderada que pueden ser especialmente beneficiosas
Por ejemplo, la marcha rápida o el senderismo ligero al aire libre permiten mantener un buen ritmo respiratorio sin fatiga excesiva. El ciclismo a ritmo moderado también es una excelente alternativa, ya que estimula la circulación sin forzar el sistema respiratorio.
Por último, nadar es una de las mejores opciones, ya que la humedad del agua ayuda a despejar las fosas nasales, facilitando la respiración y reduciendo la congestión.

Hacer deporte con la nariz taponada aunque, como hemos visto, ayude a despejarla inicialmente puede ser complicado, por lo que si la congestión nasal no va acompañada de síntomas graves, existen varios remedios que pueden ayudar a despejar las vías respiratorias y permitir practicar deporte más cómodamente.
El uso de sprays nasales descongestionantes con soluciones salinas puede ayudar a reducir la inflamación de las mucosas y a despejar las fosas nasales de forma natural y sin efectos secundarios.
También pueden ayudar los bastoncillos balsámicos y los aceites esenciales a base de mentol y eucalipto, que dan una agradable sensación de frescor y facilitan el paso del aire.
Los parches nasales, que ensanchan las fosas nasales y mejoran la circulación del aire, pueden ser otra solución eficaz, al igual que las pomadas balsámicas o los parches aplicados en el pecho.

En conclusión, la congestión nasal no tiene por qué frenar su actividad física; al contrario, en muchos casos el deporte puede ser una valiosa ayuda para despejar las vías respiratorias y sentirse mejor.