¿Puede el aire acondicionado causar problemas de salud? Cómo proteger el oído del aire acondicionado

Durante la temporada de verano y con la subida de las temperaturas, el aire acondicionado se convierte en el mejor amigo de quienes no soportan ni aguantan el sofocante y persistente calor, convirtiéndose así en un objeto casi indispensable. Sin embargo, conviene recordar que el aire acondicionado puede pasar de ser nuestra salvación a ser nuestro peor enemigo porque, desgraciadamente, sus efectos y su uso inadecuado pueden ser contraproducentes para nuestra salud, especialmente para nuestros oídos, nariz y garganta.

Las consecuencias del aire acondicionado en los oídos

Los aparatos de aire acondicionado emiten aire frío pero seco, lo que provoca una falta de humedad en las habitaciones en las que se utilizan durante mucho tiempo. Este proceso provoca sequedad tanto en las fosas nasales como en la mucosa del oído medio, alterando su normal funcionamiento.

La nariz, junto con la boca, es el punto de entrada del aire en el organismo, que trae consigo bacterias, virus y otras sustancias. Las mucosas nasales recubren las fosas nasales y se encargan de filtrar y limpiar el aire que entra, asegurándose de que llega a los pulmones con la humedad y temperatura óptimas que necesitan.

Si las mucosas nasales y del oído medio pierden su humedad debido a la falta de humedad en el aire, no pueden hacer bien su trabajo y acaban permitiendo la entrada de bacterias en la nariz. La parte posterior de la nariz está conectada al oído a través de la trompa de Eustaquio, por lo que es fácil que las bacterias que han entrado proliferen en la zona más profunda del oído.

Aire acondicionado y oídos tapados

La exposición prolongada al aire acondicionado puede provocar una disminución de la temperatura corporal por debajo de los niveles normales, lo que provoca síntomas como resfriados y obstrucción de la trompa de Eustaquio debido a una producción excesiva de flemas. Esto puede causar una sensación de oídos tapados y audición amortiguada.

Para solucionar el problema, puede utilizar:

• Medicamentos descongestionantes.
• Aerosoles nasales.
• Lavados nasales con solución salina.
• Maniobra de Valsalva: en casos leves.

Aire acondicionado y dolor de oídos

La exposición prolongada al aire acondicionado puede provocar a menudo dolor de oído, conocido como otalgia, debido al cambio brusco de temperatura de un ambiente cálido a otro mucho más frío. Este problema se produce debido a la oclusión de la trompa de Eustaquio, que conecta la nariz con el oído. En estas situaciones, la presión dentro y fuera de la trompa de Eustaquio cambia y si la presión del aire es menor en el oído medio que en el conducto auditivo externo, el tímpano se retrae hacia dentro, provocando dolor.

El aire acondicionado y la aparición de otitis

La aparición de otitis es una de las consecuencias más molestas de un resfriado. El síntoma más evidente de la otitis media es el dolor, aunque a veces se puede experimentar una sensación de obstrucción debido a la inflamación de la zona. Suele aparecer durante los meses de verano debido a la humedad acumulada en los oídos tras pasar tiempo en la playa, en la piscina o buceando sin secarlos adecuadamente. Este tipo de otitis, llamada otitis externa u otitis del nadador, afecta sobre todo a los niños.

Sin embargo, el uso cada vez mayor de aparatos de aire acondicionado y climatización está provocando un aumento de los casos de otitis en verano, que afectan a personas de todas las edades. Esto ocurre sobre todo cuando las personas están expuestas al aire acondicionado durante mucho tiempo con los oídos aún húmedos.

Entonces, ¿qué debemos hacer para proteger nuestros oídos del aire acondicionado?

• Evite colocarse directamente debajo del aire acondicionado para reducir los cambios de temperatura y prevenir problemas de cuello y nuca.
• No es recomendable dormir con el aire acondicionado encendido, ya que la temperatura corporal disminuye durante el sueño, lo que hace que el cuerpo sea más vulnerable.
• Para proteger los oídos, es aconsejable mantener la temperatura del aire acondicionado por encima de 22ºC.
• Es fundamental mantener los oídos secos, ya que la exposición prolongada al aire acondicionado con los oídos húmedos o no completamente secos aumenta el riesgo de problemas como la otitis.
• Es aconsejable colocar humidificadores en la habitación para evitar que el ambiente se seque.
• Realizar lavados nasales: un importante método preventivo para mantener limpias las vías respiratorias y evitar la acumulación de mucosidad en la trompa de Eustaquio, que puede provocar oídos taponados, dolor de oído y otitis.

Es importante saber que los niños requieren cuidados especiales en estas situaciones, ya que no son capaces de regular su temperatura corporal en los primeros meses de vida y pueden ser más sensibles a los cambios de temperatura.