¿Por qué son cada vez más frecuentes los trastornos de oído?

En las últimas décadas, los trastornos del oído son cada vez más frecuentes entre personas de todas las edades.
El tinnitus (que padece el 15% de la población europea), la pérdida de audición, las infecciones de oído y otros problemas relacionados con la audición están aumentando en todo el mundo.
Pero, ¿cuáles son las causas de este crecimiento? Varios factores contribuyen a la propagación de los problemas de oído, como la exposición al ruido, el uso prolongado de dispositivos de audio, el envejecimiento de la población y ciertos hábitos perjudiciales para la salud auditiva.

Uno de los principales factores que explican el aumento de los trastornos de oído es la exposición constante a niveles elevados de ruido. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 1.100 millones de jóvenes de todo el mundo corren el riesgo de desarrollar problemas auditivos debido al uso inadecuado de dispositivos de audio personales y a la exposición a niveles de ruido excesivos en contextos como conciertos, discotecas y entornos laborales ruidosos.
El ruido urbano, generado por el tráfico, las obras públicas y los espacios abarrotados, también contribuye a estresar el sistema auditivo.
En cuanto al uso de dispositivos de audio personales, los auriculares y cascos afectan a la salud auditiva. Una encuesta realizada por la OMS demostró que alrededor del 50% de las personas de entre 12 y 35 años escuchan música u otros contenidos a un volumen excesivo a través de dispositivos personales.
La escucha prolongada a volúmenes superiores a 85 decibelios puede causar daños irreversibles en el oído interno, lo que puede provocar una pérdida de audición permanente o trastornos como el tinnitus.

Otro factor causante de la creciente prevalencia de trastornos del oído es el envejecimiento de la población, ya que la pérdida de audición relacionada con la edad es un problema cada vez mayor, especialmente en países con una elevada esperanza de vida. Según datos del Istituto Superiore di Sanità, alrededor del 30% de las personas mayores de 65 años sufren algún tipo de pérdida de audición.

Además del ruido y la edad, hay una serie de factores medioambientales y sanitarios que contribuyen a la prevalencia de los trastornos del oído. La contaminación atmosférica, especialmente la exposición a sustancias tóxicas como el plomo y los disolventes industriales, puede dañar la función auditiva. Además, las infecciones recurrentes del oído medio, como la otitis, junto con enfermedades sistémicas como la diabetes y la hipertensión, pueden afectar negativamente a la audición.

Teniendo en cuenta las causas de estos trastornos del oído cada vez más frecuentes, ¿qué defensas podemos adoptar para protegernos de ellos y prevenirlos?
Es importante, por ejemplo, reducir el tiempo de exposición a sonidos fuertes y mantener el volumen de los auriculares por debajo del 60% de su capacidad máxima. El uso de protectores auditivos en entornos ruidosos puede ayudar a limitar los daños derivados de una exposición prolongada al ruido. Además, someterse a revisiones audiológicas periódicas, sobre todo a partir de los 50 años, permite una detección precoz y una intervención adecuada.
Por último, mantener un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y un buen control de las enfermedades crónicas, contribuye al bienestar auditivo y a la prevención de los problemas de oído.

La salud auditiva no es ninguna broma y los trastornos del oído empeoran considerablemente la calidad de vida de las personas. En Otosan, que trabaja en el campo de la otorrinolaringología desde hace más de 35 años, lo sabemos bien, porque la salud auditiva también depende de una información correcta y de una mayor concienciación sobre los riesgos. Por el bienestar de la audición y, en definitiva, de todo el organismo.