El verano y el sol: consejos para una exposición segura

Ha llegado el verano y, como cada año, nos planteamos la cuestión de cómo exponernos al sol de la forma más correcta. Ya sea en la playa, en la montaña, en la piscina o haciendo ejercicio, es justo preocuparse por cómo tomar el sol de la forma más adecuada y correcta.

El sol, de hecho, puede ser un enemigo y al mismo tiempo un fuerte aliado porque es una fuente de bienestar para nuestro organismo de la que no debemos escondernos del todo sino aprender a convivir con él y tomarlo de la forma más segura.

Lo cierto es que la exposición a las radiaciones UVA y UVB es la principal causa del melanoma y hay que tomarse en serio las medidas de protección. Para protegerse de los daños del sol, no basta con ponerse protector solar unas cuantas veces y llevar una gorra.

Descubramos juntos las buenas reglas para un bronceado seguro.

1. Aplicar un filtro solar: el filtro solar debe elegirse en función de tu fototipo, así por ejemplo las personas de tez, ojos y cabello claros deben utilizar una crema solar de alta protección, 50 o 50+ en todas las zonas expuestas, prestando especial atención a las zonas sensibles como la cara, el cuello, los hombros y las orejas.
2. Aplicar protector solar en cantidad adecuada: se recomienda poner protector solar en cantidad adecuada para alcanzar el FPS (factor de protección solar) indicado en el envase.
3. Reaplicar el protector solar cada 2 horas: es importante reaplicar el protector solar aproximadamente cada 2 horas, especialmente después de una actividad física intensa o después de nadar, y esto también se aplica a los llamados protectores solares resistentes al agua.
4. Evita las horas centrales del día: puedes exponerte con más seguridad cuando los rayos UV son menos intensos, es decir, entre las 9 y las 13 horas y después de las 16 horas de la tarde, aplicando siempre protección solar.
5. Utilizar suplementos: sería bueno tomar suplementos específicos o antioxidantes para preparar la piel para la exposición al sol. Los suplementos deben tomarse al menos un mes antes de empezar a tomar el sol y durante todo el periodo de exposición.
6. En caso de exposición prolongada, utilizar ropa de protección adicional, como tapabocas, camisas de manga larga y pantalones ligeros.
7. Cuidado con las circunstancias que reducen la percepción del peligro: altitud, cielos poco nubosos, superficies reflectantes (nieve, arena, agua), viento fresco.
8. Es importante beber mucha agua con regularidad, especialmente durante los periodos de sol intenso que pueden deshidratar nuestro organismo. Hay que prestar especial atención a las personas mayores, que pueden sentir menos sed, y a los niños pequeños, que necesitan más agua y tienen una termorregulación menos eficaz.

No olvide aplicar crema solar también en las orejas, la nariz y la cabeza.

La gente suele ignorar la protección de ciertas zonas del cuerpo que es importante no pasar por alto. Se trata de zonas pequeñas pero sensibles, como las orejas, la nariz o la cabeza, especialmente en el caso de las personas que sufren alopecia. Es importante aplicar protector solar también en estas zonas, cada dos horas, después del baño y tras una actividad física intensa. De lo contrario, ¡las quemaduras solares están a la vuelta de la esquina!

Por último, no olvides guardar tus cremas solares en un lugar fresco y seco en la medida de lo posible, sin exponerlas directamente al sol en las horas centrales del día, para no correr el riesgo de que pierdan su eficacia.

Respetar las pautas de exposición al sol, elegir la crema solar adecuada y aplicarla correctamente te permitirá obtener los beneficios del sol sin poner en riesgo tu salud.